Veamos. Que este tipo dimita no es nada extraño. Rato es un experto en fugas: ya salió por la puerta de atrás del FMI. Además ni es banquero ni tan siquiera un gestor medianamente aceptable. Que en su comunicado de renuncia aduzca que durante su presidencia le ha tocado afrontar "una de las coyunturas más críticas que jamás haya sacudido al sistema financiero español" revela por sí mismo su capacidad y redaños para asumir situaciones difíciles.
Y no es de extrañar en un tipo que, salvo ocuparse se las empresas de papá –el muy franquista Ramón Rato- se ha dedicado básicamente a la política. Rato fue diputado durante 16 años y ministro durante los 10 siguientes. En total, desde 1982 hasta 2004. Tras abandonar esta actividad ante la victoria de Zapatero –de vicepresidente primero del gobierno no podía rebajarse degradarse a parlamentario raso- su paso por el Fondo Monetario Internacional se saldó con un monumental fiasco. Fracaso que intentó sobrellevar con 3 años sabáticos, tras los cuales recibió la presidencia primero de Caja Madrid y, tras la fusión, de Bankia.
¿Ustedes creen que alguien así está capacitado para manejar los destinos de una entidad privada de tal envergadura? Pues eso, que en cuanto han pintado bastos don Rodrigo se ha cagado en los pantalones. O lo han echado por incapaz, que no se sabe qué es peor.
Lo duro es que el ejemplo de Rodrigo Rato, presentado como gurú de la economía en mil ocasiones, no es un caso aislado. Hay mucho parásito anclado en grandes empresas, jugando al palé a sabiendas de que ellos no pagarán las consecuencias. Pero deberíamos velar porque, al menos, no se lucren con ellas. Por tanto, habrá que estar muy atentos a:
- Qué indemnización va a embolsarse Rodrigo Rato por su dimisión.
- Cuanto nos va a costar a todos los españoles sanear Bankia
- Cuantos puestos de trabajo más se van a perder
- Ver qué responsabilidades legales y penales se exigen a los ejecutivos de esta entidad, pasados y presentes, de Bankia o de las entidades fusionadas, verdaderos responsables de este desastre.
Por último, permítanme una frivolidad. Tampoco estará de más controlar a su sucesor. Recuerden que tras la huida de Rodrigo Rato como presidente del FMI, tomó las riendas de la institución… Dominique Strauss Khan