Gao Ping rey de España.

Dios los cría y la pasta los une.

Observen bien a estos dos personajes:

A un lado encontramos a un tipo al que se le considera responsable de evadir de España astronómicas cantidades de dinero. Y al otro lado también.

Aun lado tenemos un tipo cuyos ingresos declarados no logran justificar su fastuoso tren de vida. Y al otro lado también.

A un lado encontramos a un tipo cuya familia está completamente involuctada en los negocios sucios del patriarca. Y al otro lado también.

A un lado encontramos un tipo que sabe que España es uno de los países más permisivos del mundo con las actividades ilegales, con la condición de que estas muevan mucho dinero. Y al otro lado también.

A un lado tenemos un tipo con una influiencia enorme sobre empresarios, banaqueros, funcionarios públicos Ay jueces. Y al otro lado también.

Conclusión: Gao Ping reune prácticamente todos los requisitos para ser Rey de España.

Bueno, todos menos uno. Y es que el muy tonto se ha dejado enganchar.

Dos tontos muy tontos

Rajoy pidió negociar el peñón con Reino Unido hace 5 días y hoy la UEFA admite a Gibraltar como miembro provisional.

Hace también una semana el rey Juan Carlos visitó el New York Times y en cuanto salió por la puerta el rotativo se despachó con un artículo donde dejaba al descubierto los muchos chanchullos financieros y sentimentales del monarca.

¡Con dos cojones! Este pedazo de negociadores solo cosechan éxitos jodiendo a sus propios súbditos y gobernados. Y es que, para hacer el mamarracho de esa forma, no sé ni como se les permite viajar. Total, que Rajoy es tonto ya lo sabe todo el mundo y que los desplazamientos del rey son una mera excusa para follar, también.

Aunque, por mucho que los suframos, igual es mejor tenerlos aquí dentro.

¿No les da miedo qué podría ocurrir si estos dos se ofrecen como mediadores para, por ejemplo, solucionar la crisis del arsenal atómico iraní?

¡Es que no dejan ni a Dios en pie!

Trofeos de caza II

Si este tipo preside la mayor organización de defensa de los animales y se comporta así, cuando se dice que es el garante de nuestro estado democrático deberíamos echarnos a temblar ¿no creen?

Trofeos de caza

Si al rey tuvieron que emborracharle un oso para cazarlo ¿Que no habrán metido por la trompa a los pobres elefantes?

Y es que parece que su majestad -que no mía- tiene tanto gusto por matar como problemas con la puntería. Por ello asusta pensar en el salón de trofeos de caza de la Zarzuela: Osos borrachos, elefantes indefensos, el hermano del rey y casi casi su nieto.

14 de abril

Seamos claros. Ni quiero a este rey ni, por supuesto, a ningún otro. Que se vayan y nos dejen en paz. 

Y, una vez alejados de la gente decente, así se maten a escopetazos, se roben entre ellos o se esnifen los unos a los otros.

Los negocios de Iñaki Urdangarín.

Iñaki Urdangarín será imputado por malversación de fondos públicos en el “caso Palma . Arena”.

Seamos claros: nuestros príncipes y princesas curran menos que Manuel Campo Vidal -3 debates en 18 años-. Ya no gobiernan, ni guerrean, apenas necesitan matarse entre ellos e incluso se casan con plebeyos. Se podría decir que han perdido todo el legado de sus regios antepasados si no fuera por la contumaz perseverancia en una soberana tradición: El trinque.

Sí, sí, el trinque. Ya saben, el robo, el expolio, el saqueo, el latrocinio o el apandamiento.

Y es que aunque mangantes los hay de toda clase y condición, los monarcas llevan vaciando arcas desde el tiempo de los reyes godos por lo menos, si nos ceñimos a la península ibérica. Y aunque la Iglesia les supera aún en experiencia, están a años, luz de vulgares raterillos.

Por eso cuesta tanto creer que un tipo como Iñaki Urdangarín haya podido estar llenándose los bolsillos delante de las narices de su suegro sin que éste, dotado ese instinto atávico que caracteriza a los de su especie, se percatara del marrón.

Por tanto, o este tipo es inoncente, o su reciente ducado le ha hecho entrar en los usos de la nobleza con la fe extrema del converso, o bien trabaja por cuenta de bolsillos ajenos. Y saben aquello del "Aquí o jodemos todos o..." pues eso.