Hace un millón de años

Muere la actriz Raquel Welch a los 82 años de edad.

Durante mi juventud fuimos muchos los que alzamos de forma súbita nuestro interés (y algo más) por la prehistoria.

Después, cuando descubrimos que hace un millón de años esos pibonazos no campaban alegremente por las praderas, la pasión (y el resto) fue decreciendo. Pero aquella imagen de Raquel Welch nos acompañará de por vida.

Descansa en paz.

Multas con buen rollo.

Un comerciante recibe una multa de 7.500€ por publicar un anuncio de empleo supuestamente sexista, ya que solicitaba cubrir un puesto de trabajo con una mujer de más de 40 años

Este nuevo puritanismo de lo políticamente correcto nos está llevando al paroxismo, cuando no al esperpento.

Si no ponemos medios para evitarlo, podemos acabar en manos de estos modernos comisarios políticos quienes, en nombre de valores tan respetables como el feminismo o el cambio climático, se dedican a juzgar y sentenciar cualquier actitud que, según ellos, se aparta del dogma.

Contrarrestar a estos censores no significa oponerse a los movimientos que defienden, tal como hace la derecha más reaccionaria. Antes al contario. Pero si queremos que estos mensajes calen en amplias capas de lña sociedad, será necesario despojarlos de prejuicios y ofrecer una visión más abierta, desinhibida e integradora de ellos.

¿En qué estamos fallando?

Reconozcámoslo, la intelectualidad no está de moda. Solo hace falta pasearse un rato por TIk TOK para constatar de forma muy gráfica cómo el sexismo, la violencia, la desigualdad (de género, clase social…), el egoísmo extremo y el culto a lo material arrasan entre la gente más joven frente a valores tan básicos como el respeto y la tolerancia.

Este cambio de tendencia debería preocupar a cualquier demócrata, sea cual sea su ideología. Sin embargo, está teniendo como víctima principal a la izquierda tradicional, que parece incapaz de ofrecer modelos atrayentes a una sociedad, la del siglo XXI, en la que apenas se reconoce.

Como demócrata y progresista, mi pregunta es ¿En qué estamos fallando?

Evidentemente no tengo la respuesta. Pero desde este blog resucitado intentaremos analizar las causas.

El Siglo de las... ¿tinieblas?

El slogan de la primera versión de este blog era "El siglo XXI será el Siglo de las Luces o no será". Hoy  toca constatar que estamos mucho más lejos de la iluminación que cuando lo creé, hace más de 15 años.

Quizá por ello, porque estamos viviendo en un mundo de tinieblas, toca rescatarlo. Al menos intentarlo.  No soy muy optimista. Más allá de la oscuridad,el Siglo XXI es también el de la pereza y el apalancamiento.