La demanda, presentada por Ramoncín con el apoyo de la SGAE aporta como pruebas comentarios anónimos recogidos en el foro de la página web, donde mezcla algunas opiniones ofensivas –retiradas por los responsables de la página en su momento- con simples ejercicios de libertad de expresión sobre su persona. Les adelanto algunos adjetivos aplicados al de Vallecas como pedante, creído, vendido, toca pelotas, mal artista, mal politiquillo o chupacámaras, pero les recomiendo que lean la noticia completa en “El Pais”.
Bajo mi propia perspectiva, confesando de antemano haber escrito cosas mucho más crueles –que no menos ciertas- sobre este individuo y dando cumplido aviso de que lo seguiré haciendo cada vez que me rote ente las piernas ¿Saben que pienso? Que estamos haciendo el juego a este hombre. Apunto dos razones.
Ramoncín necesita que se hable de él, aunque sea mal, para seguir en el “candelabro”, ya que sus sucesivos oficios –cantante, presentador, tertuliano…- más pronto o más tarde han acabado en fracaso.
Su olfato para la rapiña improductiva -virtud esencial para quien quiera vivir del cuento- ha encontrado un verdadero filón en este tipo de demandas, que le permiten obtener jugosos ingresos sin dar un palo al agua. O sea, como lo que hacemos casi todos, pero sin trabajar.
Por tanto, solidaridad activa para con mis compañeros de www.alasbarricadas.org, a la que pienso contribuir desde esta página de la forma que sea –ya se me ocurrirá algo- y mi desprecio absoluto hacia los poderosos impulsores de esta demanda, planteada para hacerse algo más ricos -de buen rollo, eso sí- a costa de los más débiles.
A Ramoncín ni puto caso y a ustedes, queridos visitantes, no creo que haga falta recordarles que en esta página siempre podrán escribirlo que les venga en gana, con toda libertad.
¡Estaríamos buenos!
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