sábado, 1 de septiembre de 2007

Muerto el perro se acabó la rabia (Caparse a los 32 años)

penis2.jpgUn joven salmantino de 30 años de edad se amputa el pene y lo lanza por el inodoro “para no pecar más”

¡Cielo santo, como está el patio!

Imagínense, se te pone dura y de repente la mente se llena de culpas, pecados, sermones de curas furibundos y faltas horrorosas ante la ley de Dios. Pues nada, ¡a cortar la polla y listos!, ¡Con dos cojones! -que estos al parecer aun siguen en su sitio-.

Desconozco qué clase de pecados atormentaban el alma del vecino de Salamanca, pero tampoco se necesita ser Sigmund Freud para adivinarlos. En todo caso seguro que podrían haber tenido solución. Repasemos.

- Sexo contra natura: Gallinas, cabras, burras u ovejas. Si hay amor no veo el problema, aunque aun estoy por conocer al primer animal que ante una proposición tan deshonesta haya dicho “Sí, quiero”. Solución: pajillas

- Sexo no consentido, violación o sexo a menores. Sin solución, todos agradecemos mucho el acto.

- Sexo homosexual. ¡Que no es pecado, hombre, que eso solo lo dicen los curas, entre cuya comunidad, por cierto, abundan los enculadores! Y el problema, es que cuando este hombre se de cuenta, ya será demasiado tarde. Solución: Por fortuna aún le queda el culo. Y la boca, claro…

- Sexo mental –el de las pajillas-. ¡Tampoco es pecado, amigo mío, ni se caen los dientes, ni se resienten los huesos! Es más, resulta sano, no molestas a nadie, estimulas la imaginación y nunca te dicen aquello de “me duele la cabeza”. Solución: Cortarse las manos.


Seguro que el Vaticano verá en esta solución un método ideal para prevenir el SIDA y garantizar la castidad -aunque dudo mucho que ellos mismos se lo apliquen- Por lo demás, episodios como este demuestran hasta donde puede llegar el exceso de fe.
¿Seguro que no es necesaria una asignatura como Educación para la Ciudadanía?
[tags]pene,salamanca,castración,iglesia,para no pecar mas[/tags]

8 comentarios:

  1. antiguamente los lidios se capaban con una hoz an honor a no se que diosa de las profundidades,hace veinticinco siglos se podria pasar por devocion,hoy en dia lo llamariamos,por ejemplo,jilipollez.
    salud

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  2. Ha logrado usted un post sensacional, Don Bernardo. Le enlazo a usté.

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  3. El día que se de cuenta de que su problema era mental se corta el cuello.

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  4. Yo prefiero no hacer broma de alguien con la mente maltrecha, aunque debo confesar que el comentario de javierM es gracioso

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  5. Pues no me parece en absoluto gracioso el comentario de JavierM. Es más, ni puta gracia le veo. Hablo como psicólogo clínico, aunque no ejerciente. Por mi experiencia con personas con trastornos mentales, estoy convencido de que ésa ha sido la causa. Es más, o mucho me equivoco o lo ha hecho en pleno brote. A veces, antes de prejuzgar algo hay que hacer un ejercicio de reflexión. Mínimo. Para no caer en totalitarismos.
    Saludos.

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  6. Muchas gracias, Maripuchi. Un beso, con todo cariño y sin el menor remordimiento.
    Jose A y Juan Haldudo.
    Sin duda este tipo es un pobre enfermo, pero su acto es una metáfora de hasta donde llegan las posturas más integristas respecto alsexo. Y eso es lo que coviene resaltar -con algo de irreverencia, vale, pero uno es así-.
    A fin de cuentas, este hombre solo esta un paso más allá del que se castiga con el cilicio, un acto brutal que sin embargo goza de total predicamento en algunos sectores de la iglesia.
    Mi propia reflexión -en serio- sobre este asuntoes que este tipo estaba enun punto en que se hacía daño él mismo o empezaba a hacérselo a las personas objetode su deseo. Me gustaría conocer tu opinión como especialista, Juan.
    Y Jose los únicos indígenas que sabía que conocía que ejercían estas prácticas eran los indios mochilones, aquellos especialistas en cortar... para desgracia delos hemranos Pinzones.

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  7. Pues la verdad es que la inmensa mayoría de las personas con trastornos mentales no suelen ser agresivas hacia otros, suelen serlo hacia sí mismas. El índice de suicidios entre las personas que sufren algún trastorno mental es bastante elevado. Por que sufren y mucho, principalmente a nivel psicológico (es muy normal que haya un trastorno depresivo asociado, p.ej. a una esquizofrenia) pero también físicamente (secuelas de años de medicación) y socialmente (rechazo y desconfianza de los "locos", bromas pesadas y humor facilón). Pero claro, es más rentable o cómodo mantenerse en el cliché (Bates, Lecter) que molestarse en ver que hay detrás. Pocos están dispuestos a hacer el "tremendo" esfuerzo que supone acercarse sin prejuicios ni paternalismos a éstas personas.
    Por cierto, la idea del "desplazamiento" de la agresión del objeto de deseo a sí mismo o al revés es muy psicodinámico, muy (si se me permite) peliculero de jolibú pero poco factible.
    Salud.

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  8. Me alivias, Juan.
    Como neófito en el tema reconozco que mis influencias vienen más del cine que de la psiquiatria o la psicología, por lo que resulta tranquilizador saber que son pocos los casos en que esos traumas degeneran en violencia hacia los demás.

    Por desgracia, en mi infancia viví un caso como el que cuentas. Un vecino muy joven -el tiempo me hace perder la perspectiva, pero seguro que no hábía cumplido los 18- en el límite del coeficiente mental, se suicidó tirándose por el balcón de su casa. Cayó justo debajo del mío. Curiosamente, tragócon ser "el tonto" en los colegios no especiales a los que acudió, pero no soportó que, ya adolescente, lo ingresaran en una institución para personas con problemas mentales. Apenas aguantó un par de meses.

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