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Mientras la Iglesia Católica mira hacia otro lado, Federico utiliza sus emisoras para propagar mensajes que cada vez tienen menos de políticos y más de mafiosos. Pueden escucharlo aquí, gentileza de NetoRatón
No me entretendré en juzgar las palabras de Losantos. Llamarlo delincuente, talibán o miserable sería repetir lugares comunes y ustedes conocen de sobras la línea editorial de El Siglo de las Luces respecto a este personaje. Solo deseo recordarles dos cosas.
- Este tipo es peligroso. Y aún le gustaría serlo más. Su estilo es el de los vertedores de odio que, desde sus emisoras en Serbia o Ruanda, animaron guerras civiles. Por fortuna, aún le queda mucho trecho para emular a sus maestros, pero es el principal responsable de que la derecha sociológica de nuestro país asuma postulados cada vez más reaccionarios y propios de la extrema derecha.
- Federico Jiménez Losantos es un gangster. No pidan coherencia política a su discurso pues éste se articula en función de sus propios intereses personales. Con sus “golpes” busca un poder que nadie le ha dado y sus fines son espurios. Para conseguir sus objetivos tanto se permite hacer favores como chantajes. Y jamás duda en mentir e intoxicar a fin de intentar destruir a los adversarios que él mismo se crea y eleva a la categoría de enemigos. Suyos y de España, claro.
En definitiva, cualquier intento democrático de parar los pies a este tipejo, como los que promueven desde “A sueldo de Moscú” o “Periodismo incendiario” contará con nuestra más activa colaboración.
Y con la de todos ustedes, doy por hecho