miércoles, 19 de septiembre de 2007

¡A las mariscadas...!

arton660.pngO “¿que hace un sindicalista como tú en un sitio como éste?”

Mi viaje relámpago de ayer a Madrid tuvo como marco central un conocido restaurante, diseñado para ofrecer tranquilos almuerzos de empresa: lujo de corte clásico, amplia distancia entre mesas, un servicio tan atento como discreto y una carta de especialidades hight-cost cocinadas sin concesiones a la modernidad. Uno de esos sitios en que la cuenta, casi siempre abultada, suele acabar grapada a una hoja de gastos.

Pues bien, cual no sería mi sorpresa al ver aparecer en aquel reducto del capitalismo a un conocidísimo dirigente sindical, de esos que tienen guiñol y todo, en compañía de dos colegas. Y no crean que el tipo había acudido a inspeccionar las condiciones laborales de los empleados. Tampoco parecía que lo hubiera invitado nadie, ni que el almuerzo sirviera como marco a ninguna reunión. Que va, el hombre se movía por allá como pez en el agua, saludando a unos otros, y sin otra pretensión que dar buena cuenta de las excelentes viandas del local.

Mi anfitrión, un veterano empresario, con una sonrisa sarcástica y voz suave me dijo: “Para que veas como se las gastan los dirigentes de los sindicatos”.

Huelga decir que aquella imagen me escandalizó.

No es que vaya uno a creer que un líder sindical tenga entre sus obligaciones acudir cada día al trabajo con la tartera o el bocadillo de sardinas, ni destrozarse el colesterol en los mismos tugurios que sus sindicados. Pero entre la tasca de tinto con casera y los cubiertos de plata, media un abismo; el mismo que separa el mono de trabajo y las corbatas de fina seda. Y aunque resulte más agradable limpiarse los morros con un una servilleta de hilo que con una de papel, este hombre debería recordarse cada día cual es su papel, quien le paga y sobre todo a quien se debe. Tanto en hechos como en actos.

Dicen que la mujer del César no solo ha de ser virtuosa sino parecerlo. Yo añadiría otro refrán: El hábito no siempre hace al monje. Y es que ayer, bajo el traje de uno de esos supuestos ejecutivos, lloró un carnet con más de 15 años de afiliación a su sindicato. Su propietario, por cierto, tiene un blog.
[tags]sindicalismo,afiliados,dirigente sindical[/tags]

viernes, 14 de septiembre de 2007

Som... i serem?

senyera.gifLa pasada Diada, más allá de actos folclóricos, ha servido como barómetro para medir el nivel de cabreo de los catalanes. Y este, sin la menor duda, es muy alto.

Que nadie se engañe, este hartazgo, del que sin duda me hago partícipe, nace a partir de hechos evidentes y fluye al margen de anhelos soberanistas.
Y es que estamos hartos de una discriminación que roza la xenofobia, practicada desde diferentes instituciones solo para dar gusto a aquellos -¿muchos?- que disfrutan "atando en corto a los catalanes". Castigos en forma de desinversiones nada inocentes en sectores clave como energía, transporte público y carreteras, cuyos nefastos efectos padecemos cada día; humillaciones como ver recurrido nuestro estatuto por conceptos que se aprueban en otras autonomías; trágalas como que se prohíba a la selección catalana de fútbol jugar un partido de costillada en base a una legislación que no se aplica en otras comunidades; E indignación cada vez que uno enciende la radio y oye las barbaridades que dicen de nosotros.


Lo dicho, hasta las mismas narices.

Así las cosas no son pocos los que tratan de sacar tajada de este poso de indignación. Desde un nacionalismo español que intenta redimirnos del pecado original de ser catalanes con la curiosa receta de combatir a Catalunya desde Catalunya, hasta los soberanistas que, a piñón fijo, ven en la secesión la única solución a nuestros males.

Huelga decir que, para desgracia del PP o Ciutadans, la tesis del "decidamos nosotros mismos" es la que gana adeptos, la que empuja la PSC a posiciones más identitarias, y la que carga de munición a formaciones como ERC.

¿Soluciones? No creo que sean tan difíciles. Y ya que Catalunya demuestra una vez tras otra en las urnas que no está por la labor de marcharse de España -el apoyo a ERC es minoritario y en CiU, como buenos nacionalistas, no se mojan- cabría esforzarse algo más en buscarlas. Eso sí, si se encuentran, encantados todos y si no llegan, tan amigos.
Uno, a quien las cuestiones patrias le resbalan, emigraría de esta tierra en cuanto alguien echara a la calle el primer tanque catalán o español para forzarle a ser una cosa u otra.
[tags]Catalunya,Cataluña,diada,nacionalismo,independentismo[/tags]

Tradiciones

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Dedicado sin sin ningún cariño a las instituciones de Tordesillas responsables de ésto, a las instituciones que lo permiten y con todo mi desprecio a los "ciudadanos del mundo" que intervienen en esta carnicería.
pd: La viñeta es del genial Ferreres, cuyo arte pueden ver cada día en El Periódico.
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martes, 11 de septiembre de 2007

Rajoy ficha a Dios

rajoy_aznar.jpgDe todas las frases que Mariano Rajoy ha dicho durante su toma de posesión como candidato a las próximas elecciones generales me quedo con esta, quizá no demasiado destacada por los medios de comunicación.

“El nuestro será un gobierno como Dios manda”

Y me pregunto yo:
¿Qué será lo que tiene que mandar Dios en el gobierno de un país laico? ¿O es que se presenta también por las listas del PP?
Hagan click sobre la foto. Les dará algunas pistas.
[tags]rajoy,pp,elecciones,dios,iglesia[/tags]

lunes, 10 de septiembre de 2007

El sentido de la oportunidad

kanazawamaegeri.jpgUn ladrón hospitalizado al intentar atracar una academia de kárate con todos sus alumnos dentro.

El suceso ocurrió en Bogotá y el poco informado ladrón, al que de poco sirvió su pistola, recibió más hostias que una estera a cargo de los enfurecidos karatekas. No fue una buena idea.

Como tampoco tuvo su día aquel ladrón que, hace años, decidió robarle el bolso a una pobre viejecita que salía de misa en Nueva York. Pues bien, la anciana resultó ser la Mamma de uno de los capos mafiosos más sanguinarios de la ciudad. Y ya se sabe, los de la Cosa Nostra son muy suyos cuando les tocan a la familia. Desconozco como acabó el caso, pero yo no apostaría por el caco. Lo dicho, un chico poco listo.
Sin embargo, el premio a la iniciativa más gilipollas se lo daría a estos muchachos que han tenido los santos cojones de organizar un grupo nazi para ahostiar judíos… ¡en el corazón del Estado de Israel!

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Y es que aunque partían de una buena base –materia prima no les iba a faltar- un mínimo análisis del entorno tendría que haberles advertido de que su idea no iba a despertar muchas simpatías en el país. Y actos como celebrar el aniversario de Hitler frente al museo del Holocausto tampoco ayudarían a popularizar el movimiento entre sus vecinos.

Al parecer, estos descerebrados de origen ruso están en Israel bajo la ley del retorno, pese a que apenas tienen sangre judía. Y es que el estado hebreo, en su lucha demográfica con los palestinos, ha sido bastante laxo a la hora de permitir la entrada de nuevos ciudadanos. Vista la “peña” que se les cuela, deberían replantearse los criterios de selección.

En cuanto a los chicos, me temo que van a conocer en carne propia su propia medicina. Y quizá se lo merezcan, por racistas, por violentos y sobre todo por tontos del culo.

domingo, 9 de septiembre de 2007

Poor Madeleine

poor_madeleine.jpgAunque el circo mediático organizado alrededor de la desaparición de la pequeña Madeleine hace casi imposible evitar macabras conjeturas, considero sano hacer un esfuerzo por evitar juicios de valor y reflexionar en torno a la única protagonista de este drama: la pobre niña.

Al margen de implicaciones o responsabilidades penales, el destino de esta criatura parece sentenciado. Una verdadera lástima pues Madeleine cumplía con los requisitos indispensables para ser feliz. Era blanca, nacida en Occidente y de familia adinerada. Y lo digo sin la menor sombra de acritud o cinismo. Estas cualidades, en el mundo en que vivimos y estadística en mano, constituyen un raro privilegio.
Si Madeleine no hubiera nacido en Inglaterra sino en Sudan podría ser candidata a esclava; futura niña prostituta en el Caribe o en el sudeste asiático; trabajadora forzosa en Pakistán; en espera de la ablación en cualquier país de África; refugiada de muchas de esas guerras que ni recordamos o en espera de ser sojuzgada y anulada por su futuro marido musulmán.


Millones de niños saben que este mundo es una puta mierda de la que solo escapa una minoría, entre la que -no les quepa duda- estamos usted, yo y nuestros hijos. Naturalmente, el hecho de haber nacido en Occidente y no morirnos de hambre no nos hace culpables de esta situación. Hablar de pecados originales o traspasar éstos a nuestros vástagos sería pura demagogia.

Madeleine es -¿era?- una niña inocente con un futuro que le garantizaba esos derechos que deberían ser universales pero que, en la práctica, pocos disfrutamos: una correcta educación y una libertad razonable para elegir su propia vida.
Por eso me duele tanto que, sean cuales sean las causas, se le arrebate a un niño tan valioso tesoro.

PD: Si yo fuera el padre del niño Yeremi Vargas estaría indignado -por decir algo suave- con los medios de comunicación de este país. Mi solidaridad hacia su familia.
[tags]Madeleine,Yeremi,Vargas,infancia[/tags]