lunes, 11 de diciembre de 2006

Ha muerto Augusto Pinochet.

Cuando pienso que este asesino ha muerto sin pasar por la justicia humana quisiera creer en Dios para imaginarlo pudriéndose en el infierno por los siglos de los siglos.


pinocher_papa_1.jpg

jueves, 7 de diciembre de 2006

Un avión que cubre la línea de Washington a Dallas efectúa un aterrizaje forzoso tras un ataque de flatulencia de una pasajera

fabada.jpg.jpg¡Imaginen cómo tendrían que ser los cuescos para que el comandante se viera obligado a dejarla en tierra!

Las azafatas desmayadas, los cristales empañados, el aparato dando bandazos ante cada nueva explosión de gases y los pasajeros pidiendo a gritos que liberen las mascarillas de oxígeno.

Y lo más jodido es que, por estrictas que sean las normas de seguridad de los aeropuertos, ante eso no hay scanner ni cacheo que sirva. Basta zamparse tres botes de fabada un par de horitas antes. Y el terrorista puede ser cualquiera; usted, yo, aquel simpático bebé, el atildado hombre de negocios, aquella parejita de jubilados…

Aunque, bien pensado, como hoy día ya te obligan a quitarte el cinturón antes de embarcar, tampoco costaría mucho bajarse los pantalones y soltar una muestra ante las narices del oficial encargado, para que éste evalúe si el aroma entra o no dentro de los cánones de tolerancia olfativa comúnmente aceptados.

Claro que este titular mueve a engaño. Si leemos con atención la noticia, sabremos que el avión aterrizó de emergencia al percibir no olor a mierda sino a fósforos quemados. Y es que la inconsciente señora, para intentar disimular el hedor, no tuvo por más que encender unas cerillas, a ver si así despistaba. No explotaron de milagro.

El caso es que al final tuvo que intervenir hasta el FBI, quien desenmascaró a la pedorra y le prohibió volver a subir al aparato, dejándola tirada en Nashville. Desconocemos como pudo llegar hasta su destino en Dallas, pues imaginamos que ni autobuses, ni trenes se atreverían a acogerla.

Si tienen previsto visitar la casa de Elvis en estos días de puente y ven una señora haciendo autostop… ¡Yo de ustedes no lo haría, forasteros!

miércoles, 6 de diciembre de 2006

El Valle de los Caídos.

¿Saben lo que más me ha gustado de la visita a la Basílica del Valle de los Caídos? Comprobar que es un monumento completamente inútil.

Una iglesia sin culto, un centro de peregrinación sin visitantes, unas capillas que jamás   volverán a contener los restos mortales de nadie, una explanada que nunca se llenará, unos murales en los que nunca se escribirán gestas heroicas...

Un símbolo que solo invita al olvido.


valle_caidos_exterior.jpg

martes, 5 de diciembre de 2006

Toledo

Ya sabemos que Bono es mucho Bono pero, la verdad, después de veintitantos años de gobierno socialista en esta comunidad, creemos que algunas cosas deberían haber cambiado ¿No les parece?


toledo_franquismo.jpg

domingo, 3 de diciembre de 2006

Sin novedad en Chinchón

Apenas hace unas pocas horas que estamos aquí... ¡Y ya le estamos cogiendo una manía a los catalanes...!
Esto es solo una prueba para ver si todo rula bien. Hasta mañana.

sábado, 2 de diciembre de 2006

Apagón informativo

A pesar de la aparente crispación que reina en nuestros medios, hay veces que empresas tan ideológicamente separadas como El País, El Mundo, el Periódico, La Vanguardia, La Razón o Libertad Digital unifican sus criterios para actuar de forma común ante determinadas noticias.

Repasen los titulares de estos diarios en la red y observarán cómo ninguna de las cabeceras nombradas destaca en portada la Operación Medina, pese a ser el mayor fraude fiscal descubierto hasta ahora en la historia de España.
¿Curioso, verdad?

Sólo ABC se atreve a citarlo -andan un poco desesperados, últimamente- pero se cuida muy mucho de deslizar, no ya los nombres de los detenidos, sino siquiera de las empresas e instituciones que representan. Los demás relegan la información a páginas interiores o tan siquiera la mencionan.

Y es que aunque se tiren los trastos e incluso pugnen entre sí por abanderar determinados espacios políticos, cuando pintan bastos nuestros medios actúan de la misma forma para proteger a aquellos que les dan de comer, los que mandan de verdad, los grandes empresarios, corruptos o no, ante los que conviene ser dóciles.

¿Alguien sabe donde se esconde la prensa libre?

viernes, 1 de diciembre de 2006

Marketing y espionaje.

007_putin.jpg

 
Coincidiendo con el estreno mundial de la última superproducción de James  Bond Casino Royal, Vladimir Putin ha puesto en marcha una gigantesca campaña mundial para reivindicar la figura del espía asesino.

Dicen que los responsables del film temían que el público del siglo XXI considerara las aventuras de 007 como propias de una época ya superada. Pues bien, el ex agente del KGB ha dejado bien claro que las mortíferas técnicas de los servicios secretos, aun dentro de la Europa sin bloques, siguen de la más rabiosa actualidad.

Y es que ni en su momento más inspirado Ian Flemming hubiera sido capaz de parir un crimen tan sofisticado como el de Alexander Livinenko en el mismo corazón de Londres, frente a las narices de Bond y todo M.  Y el del posterior envenenamiento en plena confusión del ex ministro ruso  Yegor Gaidar, de visita en Dublín.

Al parecer el arma usada por aquellos a los que, en caso de ser detenidos, el Kremlin jamás reconocerá como agentes soviéticos – también lo hemos visto en las películas- es un peligroso isótopo radioactivo llamado Polonio 210. Al margen de que el nombre parece más propio de un invento del profesor Bacterio que de un letal veneno, una duda nos atenaza:

¿Cómo diablos ha podido circular semejante producto con toda tranquilidad por los aviones de British Airways a pesar de las enormes medidas de seguridad con que cuentan los aeropuertos? ¿O es que solo se fijan en los desodorantes y los biberones? Imaginen:
“Usted, ¿qué lleva en la bolsa?
“Esto… Polonio 210, caballero”.
“Ah, bueno…” -duda-… “¿Y ese polonio es líquido”
“Para nada, agente, es duro como una piedra”.
“Pues nada, hombre, que pase. ¡Ot´tia, por ahí va uno con un botellín de Font Vella! ¡Se va a cagar!”

Lo malo es que en esta no-ficción a la chica Bond, que era rusa y periodista, se la cargaron al principio de la película.