Lo que más aterra de esta noticia es que la negativa de los músicos citados podría podría abrir las puertas a la SGAE, a fin de satisfacer las necesidades de un ejercito falto de munición musical para aplicar sus torturas.
y es que se supone que los torturadores no se bajarán las canciones del E-Mule sino que pagarán religiosamente cuanto la SGAE les solicite por los derechos de las mismas. Ya saben, "torturamos pero somos legales".
Además, en cuanto los militares prueben los efectos que sobre una mente sana puede ejercer la música de David Bisbal, Alejandro Sanz o Ramoncín, descubrirán que no hay martirio más cruel y despiadado. Y nada de 20 días. Un par de horas de David Bustamante o Enrique Iglesias bastan para que cualquier persona confiese haber matado a Jesucristo o ser Bin Laden. Todo antes que seguir soportándolos.
Por último y para redondear el negocio, siempre podrían denunciar a los torturados de tararear las canciones sin pagar por ello, o de grabar los temas ilegalmente desde sus celdas para distribuirlos después en el top manta. Así, si los torturadores no logran acusar a sus detenidos de terroristas, siempre podrán empapelarlos por un delito mucho más grave, como es la distribución libre de la música.
Lo dicho, un chollo más para la SGAE y una tortura que no desearía a nadie... excepción hecha de los torturadores y alguno de sus “amigousss”, claro.