Aunque una primera lectura de tan impagable noticia podría hacer pensar que la Generalitat subvencionará “quiquis” normalizados o nos obligará a hacer de "boys", un examen atento revela que la cosa tiene que ver con la cuestión idiomática.¡Y uno que creía que para follar cuanto menos digas mejor! Pues resulta que no, que los catalanes perdemos toda noción identitaria en cuanto vemos un culo o un par de tetas y hablamos hasta en latín si se trata de mojar. Actitud ésta tan intolerable como poco patriótica para muchos vejestorios de Omnium Cultural, que no recuerdan ni cuando echaron el último polvo.
Desconocemos si entre las medidas para fomentar el uso de la lengua… catalana, se exigirá a los profesionales del sexo el nivel 2 de catalán… oral, por supuesto.
La cosa puede traer problemas para clientes de fuera de Catalunya. Ojo que más de un camionero alemán que no sepa expresar con claridad qué servicios desea puede acabar enculado por mera falta de entendimiento. Quizá sería bueno que los Mossos repartieran folletos recomendando a quien no domina el idioma de Pompeu que mejor se la machaque hasta que aprenda. A fin de cuentas, tener que echar mano del diccionario a mitad de la faena corta el rollo a cualquiera.
Por último ¿Qué ocurrirá con los infractores? ¿Se les multará o deberán asistir a cursos intensivos de reeducación sexual?
Si ocurre lo segundo vayan haciendo cola y tengan listas sus butifarras