Ya se sabe, Septiembre es el mes en el que pasan factura los excesos de las vacaciones en forma de abultados extractos bancarios. Tambien toca aforar las matrículas, el material escolar y los libros de texto, lo cual puede representar un buen pico, si tienes el niño estudiando en una universidad americana.
La mayoría de los mortales logramos sobrevivir a tan aciago mes como podemos. Sin embargo, Federico tiene su propio sistema, una chistera a la que recurrir cada vez que necesita líquido. El Insulto, la provocación y la mentira. Así nos lo transmitió a todos en el Mundo cuando reconoció que solo gracias a su estilo su hijo podía estudiar en Estados Unidos.
Y es que a la gente le encanta escuchar a Losantos en estado puro, esto es, tocado de los nervios, cabreado y lanzando exabruptos no solo a siniestro, como cabría pensar, sino incluso a diestro. Por lo visto, a medida que sube el nivel de crispación se eleva la audiencia de la COPE, lo que trae como resultado que se llenen los bolsillos de Federico.
¿Irá a comisión?
El caso es que mientras desde aquí le criticamos, Federico se forra gracias a su personaje. Quizá, más allá de esa máscara, se esconda un tipo muy diferente al que conocemos. Lo cual no implica necesariamente que el actor sea mejor que aquel al que representa.
Como ejemplo piensen en Urdaci y su vena cómica tan bien escondida.