Arnold Schwarzenegger, gobernador de California, -octava economía del mundo si computara como país- se ha visto obligado a emitir algo parecido a los billetes del monopoly para pagar las deudas de su estado, que arrastra un déficit superior a los 25.000 millones de dólares.
Los cromos en cuestión tienen forma de pagarés, han sido ordenados por el protagonista de Mentiras arriesgadas y cuentan con el respaldo de un estado en bancarrota.
Toda una garantía, de solvencia, vamos.
Podría decirse y con razón que la culpa es de los californianos, por colocar al frente de sus finanzas al tipo que protagonizó Depredador. Claro que quien ya votó a Bush en las presidenciales, quizá entendió que no era aconsejable optar por un Gobernador menos tonto que el presidente de la nación. Y así les ha ido.
El caso es que los que más van a padecer la incompetencia de Arnold no solo serán los múltiples acreedores que van a cobrar sus servicios con estampitas, sino los millones de personas que dependen de unos servicios públicos que serán recortados o eliminados por completo.
Terminator campa de nuevo. Y esta vez ha decidido liquidar el Estado del Bienestar.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
-
Al pensar en el 20 de noviembre de 1975 mi memoria me devuelve siempre al extraño día en que murió Franco. Retrocedo entonces a mis 14 años ...
-
El militante de Ciutadans Carmelo González, quien en 2006 llegó a mantener una breve huelga de hambre para exigir la educación en castellan...
-
Las elecciones del 9 de marzo han supuesto una derrota clara del Partido Popular frente al Partido Socialista Obrero Español. Sin embargo, e...
No hay comentarios:
Publicar un comentario