Luxemburgo es un pequeño y frio bombón de chocolate con sabor a Europa.
Y a Luxemburgo vuelvo esta Semana Santa, amig@s. Les juro que marcho de vacaciones y que en mi equipaje no figura ningún maletín repleto de opacos billetes de 500 euros. Eso sí, si alguien tiene alguno y no desea desplazarse, puede dármelo sin ningún compromiso. Ya me encargaré yo de ponerlo a buen recaudo.
Tengan ustedes feliz Semana Santa. No se me flagelen demasiado en las procesiones
Joer, D. Bernardo. Es usted un poeta redomado: "Luxemburgo es un pequeño y frio bombón de chocolate con sabor a Europa". ¡Qué potito! Páselo bien, buen hombre.
ResponderEliminarSalud y República
Pásalo bien. Ar!
ResponderEliminarDe haberlo sabido te paso un CV para que empapeles la ciudad, que ahí se debe vivir realmente bien...
ResponderEliminarHola, Jose Antonio
ResponderEliminar¡Qué agradable sorpresa!
Observo que tambien te habías dado un buen descanso en el blog. Espero que hayas vuelto con ganas.
Pues sí, en Luxemburgo se puede vivir francamente bien. Y reconozco que uno, que es más bien de tradición y modales sureños, necesita de tanto en tanto ese contraste con el civilizado norte.
Quizá sea porque, en el fondo, me reconozco europeo.
Con tu CV no deberías tener problemas para buscar un hueco en alguna institución europea. Mi cuñada y asidua lectora de esta página -mis besos para tí- lleva a dieciseis años en ese exilio dorado y no parece que le vaya mal.
me gustaria vivir en luxemburg,etonces necisito un trabajo ahi
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