O sea, en lugar
de perseguir, denunciar, juzgar y sobre todo recuperar la cifra que desean
aflorar - 25.000 millones de euros según sus cálculos- , el gobierno pone a disposición de estos
mangantes una enorme lavadora de dinero negro, con la que sólo espera recaudar…
2.500.
Pero es que ni eso recaptaremos. Y es que me da que a esta
medida solo se acogerán dueños de bares, fontaneros, taxistas, tenderos,
agricultores, ganaderos, albañiles, trapicheadores y otros defraudadores de poca
monta. La escala baja del hampa, vamos.
Los grandes ladrones de este país –profesionales de
prestigio, grandes empresas, narcos, banqueros, notarios, traficandtes de
personas, políticos, proxenetas…- se deben sentir tan arropados con este
gobierno que no creo que ni se planteen la necesidad de lavar su imagen. Y
quien decida aflorar parte de su caja B,
bien para devolver favores, bien porque el dinero le sale por las orejas,
seguro que lo hará para seguir evadiendo -repito, robándonos a todos- tan ricamente, o sea, con total impunidad.
Hasta que llegue la próxima colada.
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