Cuanto más ganan más quieren

Telefónica celebrará haber obtenido los mayores beneficios jamás conseguidos por una empresa española despidiendo al 20 por ciento de su plantilla en España.

Siguiendo esta línea de actuación, aun tendremos que dar gracias a que la operadora haya ganado más de 10.000 millones de euros en el peor año de la crisis. Si solo hubiera ganado 5.000 igual se hubiera inclinado por aplicar la solución final a su plantilla, rollo tipo Auschwitz. Ya saben: ni 25 ni 33 ni 45 días; un poco de gas y andando, que es lo que se merecen toso estos cabrones que viven a costa de la empresa.

Eso sí, los bonos de los directivos ni tocarlos. Empezando por su presidente César Alierta, un tipo al que la justicia ha declarado delincuente, y que solo se libró de condena porque –como no- sus chanchullos ya habían prescrito.

Pues bien, quien ante esta tropelía espere una respuesta fulminante de gobierno y agentes sociales más vale que se siente. Telefónica ya ha informado de que piensa negociar –“inmediatamente” ha recalcado- con los sindicatos. Si alguien duda de que a UGT y a CCOO les faltará tiempo para llegar a un acuerdo con el panal de rica miel que es Telefónica, prefiero no darle malas noticias sobre la identidad de los Reyes Magos.

A todo esto, la respuesta del gobierno ha sido de una contundencia sin paliativos: el ministro de trabajo se ha atrevido a decir que “no es un buen momento”. Eso sí, lo ha soltado bajito, con la boca pequeña. Y es que como César Alierta lo oiga le hará pam pam en el culete. Y Zapatero no digamos. Con lo salido que está igual le arrea dos hostias.

El terrible lastre de todo esto es que más de 6000 empleados, responsables con su trabajo de que a Telefónica se le salga hoy el dinero por las orejas, acabarán abocados al desempleo.
¡Qué puto país tenemos!