. Los hechos han sucedido esta mañana, a la puerta de un estanco, cuando B.M.C –no ponemos Bernardo Muñoz Carvajal para ocultar su nombre- se disponía a comprar su ración diaria de droga. En ese momento, tres tipos han saltado detrás del mostrador y, tras rodearle, le han sustraído 35 céntimos por cajetilla comprada. Tras desvalijarle, los malhechores han amenazado a su víctima con volver a robarle cada vez que pise un estanco. BMC cree haber reconocido a los tres miembros de esta peligrosísima banda, cuyas identidades mostramos a continuación:
-La Ministra de economía, quien, en nombre de la sostenibilidad, la salud, el medio ambiente, la igualdad de género y el buen rollete en general, ha autorizado una subida global de impuestos en tabaco y combustible que, como es natural, no afectará a ningún miembro del gobierno o de la oposición, ya que los impuestos indirectos los padecen sobre todo las rentas más bajas.
- El representante de la industria tabacalera quien, quizá picado por la subida ministerial, ha decidido aumentar también las tarifas, con alevosía y nocturnidad.
- El dueño del estanco, quien a día de hoy vende a precio actual un tabaco que compró antes de las subidas de precio, con lo que obtendrá un beneficio extra de 35 céntimos por cajetilla mientras dure el chollo, o sea, su stock.
Aun entendiendo que la mejor terapia para evitar este atraco es la desintoxicación, lo cierto es que este país está lleno de dependientes en riesgo de exclusión social, ya que muchos preferirán seguir fumando a comer o pagar la hipoteca. Y si ni con esos recortes diera para costearse el vicio… ¡Lo que no se consigue por las buenas se puede tratar de obtener por las malas!. Por menos se ha liado una revolución. Avisados quedan.
D. Bernardo, estoy a punto de volver a fumar para solidarizarme con los fumadores y unirme a la revolución, que bien lo merece.
ResponderEliminarSalud y República
¡¡¡Deja de fumar!!!! Yo ya llevo 1 año y medio. Me cansé de dejarme la pasta y la usé para irme de vacaciones.
ResponderEliminarDebería dejarlo, sin duda.
ResponderEliminarEl problema es cómo justifico en mi empresa bajar de tanto en tanto a la calle para que me de el fresco. ¡La excusa del cigarrillo es cojonuda, sin duda lo mejor de la ley antitabaco!