martes, 30 de mayo de 2006

El fin de los paraisos

Ascienden a 5.500 las víctimas del terremoto en la isla indonesia de Java.

Hace pocos días leía en el blog de un apreciado visitante la crónica de sus vacaciones en una isla Caribeña.

Recuerdo que que no quise añadir ningún comentario al artículo, pues mis reflexiones hubieran podido parecer cínicas, autosuficientes o de mal gusto. A fin de cuentas, yo pensaba como él cuando tenía la edad que le presumo.

Hoy ya no creo en los paraísos.

Hubo un tiempo en que sí. Creí vislumbrar el edén en Indonesia. Tras recorrer Sumatra, Java y Bali., regresé a Barcelona pensando que si el paraiso aún existía debía esconderse por ahí cerca.

Pues bien, desde entonces:

- Una guerra feroz sacude el norte de Sumatra. Como todo enfrentamiento absurdo, tiene sus orígenes en conflictos religiosos y tribales. Las víctimas propiciatorias son la minoría indígena protestante, que aun se resiste a la islamización. Se han cometido verdaderas atrocidades.

- Dos atentados, tambien islamistas, han causado más de 400 víctimas mortales en la Isla de Bali, el único territorio no musulmán de Indonesia.

. El Tsunami dejó miles de muertos en el norte de Sumatra, ahí donde ya se estaban matando antes.

- Un terremoto, para nada gigantesco, siega la vida a más de 5.000 personas en Java.

Eso no puede ser el Paraíso. El Paraiso dha de ser un lugar sereno, un entorno bello en el que las personas puedan vivir en paz las unas con las otras, al amparo de una naturaleza pródiga y amable.

Ese lugar, amigos míos, no existe más que en nuestra imaginación. Lo que no destruye la propia tierra lo acaba de destrozar la mano del hombre.

Podéis aducir que no es justo mezclar desastres naturales con guerras y genocidios. Pero es que a veces los elementos parecen aliarse para destruir la belleza. De los desmanes del hombre me defiendo como puedo. Desde mi modestia incluso intento denunciarlos. Ante los caprichos de la madre tierra, reflejados en esas estampas de muerte y desolación, solo puedo decir lo que el Papa pronunció tras su reciente visita a Auschwitz

"¿Como puede Dios permitir esto?"

El Pontífice, al que supongo creyente, andará buscando la respuesta. Los que no tenemos tanta fe creemos conocerla.

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