Los objetivos de Maragall.
Hay quien dice que a Maragall no le interesó nunca ser Presidente de la Generalitat, pero que se presentó al cargo porque era un paso necesario para acceder a la dignidad que en verdad ansiaba:
Ser reconocido como Ex-Presidente de la Generalitat.
Está a punto de cumplirse su sueño. Maragall ya ha entrado en la Historia. Y lo ha hecho por partida doble: como el alcalde que trajo las olimpiadas a Barcelona, cuando aun le apasionaba la política, y como el President que reformó el Estatut, cuando estaba hastiado de ella.
A Maragall le perdono muchas cosas, como que sea tan mal político. ¿Porqué? Porque me cae bien y punto. Verán, me encantan los rara avis, las personas capaces de desconcertar a propios y extraños. Sobre todo a los propios. Es la base del dscurso políticamente incorrecto al que esta página está abonada. Y Pascual es un maestro. Podría poner muchos ejemplos, pero les sugiero que lean esta entrada de Jose Luis Daze, que los ha resumido con mayor maestría que yo.
El problema es que nos ha dejado el gobierno hecho unos zorros. Y se lo ha servido en bandeja a Artur Mas, so pena de reactivar un Tripartito con una mayoría que preveo aun más exigua.
En cuanto a su sucesor, Montilla… No me cae bien este tipo. Es todo lo contrario a Maragall. Serio, demasiado serio, como si esa coraza le protegiera de su origen cordobés y necesitara demostrar permanentemente que lo suyo no es el fandango y el bailoteo.
Quizá el tiempo demuestre mi error y acabe descubriendo que Montilla no es el trepa que parece.
miércoles, 21 de junio de 2006
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