¡El lado oscuro! Ahora entiendo por qué Bush se negó durante casi cinco años a reunirse con Zapatero ¡Tendría miedo de que le presentara a sus niñas!
Sin entrar de lleno en la polémica de la foto –el hecho de que la publique ya expresa mi postura- reconozco que, desde que vi la imagen, me cae mucho mejor el presidente.
Y es que de repente me he dado cuenta de que tras la fachada del mandatario se esconde un padre normal y corriente, incapaz de lidiar con sus hijas adolescentes. De hecho, lo imagino en Moncloa, interrumpiendo alguna importante conversación telefónica –“disculpa un momento, Alfredo”- para empezar a gritar a pleno pulmón:
- ¡Me cago en Marilyn Manson! ¿Podéis bajar la música de una puta vez?
A lo que, a buen seguro, se sucederán vocecitas del tipo “que plasta”, “no me ralles” o quizá un “no seas ordinario, José Luis, y deja a las niñas que se realicen”
Como en cualquier familia, vamos.
Que los jóvenes se apunten a alguna moda urbana demuestra que viven sobre la faz de la tierra y que además tienen cierto criterio, por caprichoso que éste sea. Y créanme, el look gótico no es el más desacertado para las hijas de Zapatero. Cierto que espantará aún más a los obispos, quienes darán por hecho que en la Moncloa se hacen misas negras, pero también tiene sus ventajas.
Y es que con gustos tan definidos, es difícil que se fijen jamás en alguien como Alejandro Agag, lo cual, aunque ahora no lo sepan, agradecerán tanto ellas como sus padres el resto de sus vidas. Además, tampoco me las veo pilotando un Porsche a toda leche, como el hijo de Aznar.
Seguro que les pone más el Batmóvil.
En fin, estas muchachas están en edad de hacer y ponerse lo que les venga en gana. Que lo aprovechen mientras puedan. Uno, desde la sana envidia, no puede sino hacer suyas las palabras de Rubén Darío “Juventud, divino tesoro”.