Y es que quiero creer que sólo desde un profundo estado etílico puede alguien expresar toda su sensibilidad en un poema tan desgarrador como éste:
"PATATAS"
Patatas chips.
Me gustan.
Se amontonan en los estantes
del supermercado.
Me cuesta decidirme
por unas o por otras.
Todas están buenas.
No citaré la autoría, pues quizá esta persona se esté arrepintiendo ahora mismo de unos actos que apenas recuerda. Dejo abierta la puerta, eso sí, para que nos explique de donde le viene tanto arte. Ustedes tambien pueden expresar sus opiniones, lanzar preguntas a nuestro poeta o, para lavar su propia imagen pública, negar la autoría de los actos.
Pd: Les repito que no bromeo. Esta mañana recibí el poema por vía de alguien asídu@ a esta página. Tampoco les negaré que me ha impactado.
Como se nota que la intensidad laboral del día bajo el puente es sólo un eufemismo, ¿verdad Bernardo?
ResponderEliminarEn fin, el impacto emocional que me ha causado la espectacular composición, apenas me deja algo de maniobrabilidad mental. Aturdimiento máximo ante el desborde de sentimientos, es imposible decir más con tan pocas palabras. Me recuerda vagamente, debido a la honda impresión causada, a cierta obra plástica que nos presentó en su post dedicado a la feria Arco.
No está hecha la miel para la boca del asno...
ResponderEliminarVuelvo a repetir, amigo Baba, que aunque quizá partamos de criterios artísticos similares, la poesía en cuestión no es mía.
ResponderEliminarY que tan disonante composición -cargada de mensaje, todo hay que decirlo- cuenta ya con algún adeppto nos lo recuerda el comentario de Abel. Eso sí, no me queda muy claro qué es la miel y quien el asno.
Sólo supera a esta poesía la canción dedicada a los espárragos de Alf, una que decía: "Espárragos, espárragos. No somos tontería. Espárragos, espárragos. Damos mucha energía"."
ResponderEliminarLa poesía puede estar envuelta a veces en una bolsa de patatas. Pero eso sí, no tiene caducidad. Este poema, amigo Bernardo, ya queda para los anales de los puentes de mayo, y si alguien le pone música, igual es hasta canción del verano.
ResponderEliminarNo soy yo el autor de semejante... bueno, de semejante. Pero comprendo perfectamente los sentimientos que la inspiran. Al releerla, grandes lágrimas corrieron por mis mejillas.
Ya sé que no has sido tú, Manu -recuerda que yo sí conozco al autor- pero me consta que tanto tú como el resto de los que visitáis esta página teneéis sensibilidad sobrada para apreciar una composición así.
ResponderEliminarEl ejemplo de Jose, por ejemplo, me ha llegado al alma.
Uno, que para tapear es mucho de berberechos, está ya rumiando algo.
Y aprovecho para decir al @autor que comentarios como éstos demuestran que, al decidirme a colgar su obra, solo pretendía rendirle un homenaje.
Sería un buen tema de conferencia para "Anzar"
ResponderEliminar¿habrá sido él o un sobrino de Mister Danger?
¿Os acordais?: "las rosas son rojas, las violetas son azules".
Saludos
Caray, Arístides, no conocía yo esa vena poética.
ResponderEliminarYa os digo, amigos, que con tanta sensibilidad artística deberíamos plantearnos una web literaria. Eso sí, que la haga otro, yo casi llego a mantener ésta (pido disculpas por lo poco actualizado de mis "titulares iluminados" pero a veces me debato entre el blog y el despido procedente)
Y hablando de ripios, ¿os acordáis de quello de "el cchapapote son unos hilillos..."?
Veo que esta poesía urbana da para mucho. Nunca una tontería había generado tanto comentario.
ResponderEliminar"Que culpa tiene el tomate
ResponderEliminarque está tranquilo en su mata
si viene un hijo de puta
lo mete en una lata
y lo manda pa caracas"
Poesía del muy llorado Perich digna de esta "no nata" antología de poesía urbana.
¿Seguro que esto es de Perich, Ramón?
ResponderEliminarMe da que es anónimo.
En todo caso y para solaz general dejo la poesía completa cuyos últimos ripios no tienen desperdicio -con permiso de nuestr@ amig@ patatera-. Dice así:
La yerba de los caminos
La pisan los caminantes (bis)
Y a la mujer del obrero
La pisan cuatro currantes
De esos que tienen dinero (bis)
Qué culpa tiene el tomate
Que está tranquilo en la mata (bis)
Y llega un hijo de puta
Y lo mete en una lata
Y lo manda pa Caracas (bis)
Los señores de la mina
Han comprado una romana (bis)
Para pesar el dinero
Que toditas las semanas
Le roben al pobre obrero. (bis)
Cuando querrá Dios el cielo
Que la tortilla se vuelva (bis)
Que la tortilla se vuelva,
Que los pobres coman pan
Y los ricos mierda, mierda. (bis)
Ebrio de millones firmaste la hipoteca,
ResponderEliminaribas más pasado que en la discoteca.
Pero esta resaca será más dura,
cuarenta años de amargura.
Thanks for the post. Poznovatelno.
ResponderEliminar