Iñaki Urdangarín será imputado por malversación de fondos públicos en el “caso Palma . Arena”.Seamos claros: nuestros príncipes y princesas curran menos que Manuel Campo Vidal -3 debates en 18 años-. Ya no gobiernan, ni guerrean, apenas necesitan matarse entre ellos e incluso se casan con plebeyos. Se podría decir que han perdido todo el legado de sus regios antepasados si no fuera por la contumaz perseverancia en una soberana tradición: El trinque.
Sí, sí, el trinque. Ya saben, el robo, el expolio, el saqueo, el latrocinio o el apandamiento.
Y es que aunque mangantes los hay de toda clase y condición, los monarcas llevan vaciando arcas desde el tiempo de los reyes godos por lo menos, si nos ceñimos a la península ibérica. Y aunque la Iglesia les supera aún en experiencia, están a años, luz de vulgares raterillos.
Por eso cuesta tanto creer que un tipo como Iñaki Urdangarín haya podido estar llenándose los bolsillos delante de las narices de su suegro sin que éste, dotado ese instinto atávico que caracteriza a los de su especie, se percatara del marrón.
Por tanto, o este tipo es inoncente, o su reciente ducado le ha hecho entrar en los usos de la nobleza con la fe extrema del converso, o bien trabaja por cuenta de bolsillos ajenos. Y saben aquello del "Aquí o jodemos todos o..." pues eso.
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