jueves, 19 de noviembre de 2009

Piratas, militares y mercenarios. Reflexiones sobre el caso Alakrana

La liberación del Alakrana ha supuesto una enorme alegría para los marineros retenidos y sus familiares, así como un alivio para el resto de la población. Sin embargo, la forma en que se ha llevado a cabo el rescate plantea muchos interrogantes.

No me malinterpreten. No me opongo a que se haya pagado. Cuando se trata de vidas humanas es preferible acoquinar a hacerse el gallito a costa del sufrimiento de otros, Por eso, ante la duda, todos los países pagan. Pero me parece inconcebible que ni el más moderno ejército nacional o transnacional sea capaz de oponerse con garantías a una panda de andrajosos piratas.

¿Para que queremos los ejércitos, entonces? ¿Tiene algún sentido dilapidar tantos billones -con “b”- anuales en crear, mantener y equipar ejércitos? ¿De qué sirve la enorme tecnología militar que supuestamente tenemos –radares, aviones fantasma, satélites, armas inteligentes…- si es incapaz de prevenir y atajar las tropelías de cuatro desarrapados?

¿Tan inútiles son nuestros soldados? ¿Y tan débil es en verdad Occidente? Lo digo porque, si es así, estaremos a merced de cualquier organización criminal que desee ejercer el chantaje y la violencia para favorecer sus intereses.

Mi opinión es que no somos tan débiles. Ni es inútil nuestra estructura militar. De hecho, los ejércitos sirven para muchas cosas.

Por ejemplo, para invadir países y someter a poblaciones. Un habitante de Gaza sabe de sobras cuan eficaz que puede llegar a ser el ejercito israelí.

Pero, sobre todo, los ejércitos, las guerras y la delincuencia común organizada sirven para mantener a la industria militar ( no al revés). Son un fin en sí mismo, unos actores necesarios para el sistema.

Interesa mantener tanto a piratas efectivos que aborden nuestros barcos, como a ejércitos inútiles que supuestamente nos deben proteger de ellos. Cada cual en su rol y para beneficio, entre otros, de ese colectivo en alza y que se ha convertido en el nuevo gran filón de la industria militar: los mercenarios, los verdaderos grandes triunfadores del secuestro del Alakrana. Hablaremos de ellos en un próximo post.

9 comentarios:

  1. Dime una cosa, Bernardo. ¿Te parecería bien que el gobierno enviara soldados para proteger la obra de una constructora porque de noche se le cuelan unos gitanos que le roban el equipo? ¿O que el ayuntamiento le ofreciera policías municipales? ¿O que Repsol recibiera idéntico ofrecimiento para proteger sus instalaciones petrolíferas en el mundo?

    A mí tampoco me parece mal que se pague, pienso que prima el factor humano por delante del económico, pero sí se ha de advertir a los armadores que lo suyo es una actividad PRIVADA fuera de los límites territoriales de nuestro país, y que no pescan en representación de España, por tanto, es responsabilidad suya cuidar de su propia protección. Se me abre el siguiente interrogante: si la justicia actúa contra un empresario de la construcción porque, tras un accidente laboral, se descubre que sus obreros se subían a una quinta planta sin arnés de seguridad, ¿no merecería el mismo tratamiento el armador o el patrón del barco tras adentrarse a sabiendas en una zona claramente insegura, como ahora conocemos, sin las unas medidas de protección mínimas?

    Los ejércitos ya delimitan una zona de seguridad que el Alakrana se saltó a la torera "porque hay que ir donde está el pescado". Me parece muy bien, pero si al final vamos a sufragar entre todos su seguridad, que al menos ello repercuta positivamente en el precio del pescado que luego nos venden. Que al final esto va a ser como con los bancos, todo ayudas pero luego se hacen los suecos cuando acudes al mostrador.

    ResponderEliminar
  2. Totalmente de acuerdo con Flashman, es que no puedo añadir nada más.

    ResponderEliminar
  3. Hola, Flashman.

    Creo que estamos hablando de cosas diferentes. En el post no me refiero a los métodos que cada país adopte -o no- por su cuenta sino de la impotencia del todopoderoso Occidente para eliminar de raiz a la piratería, cuando supuestamente tenemos todos los medios para hacerlo.

    Ya digo, no es un problema que cada nación deba abordar por separado pero, en términos de OTAN, si un ejército no sirve para eso, ya me dirás para qué lo queremos.

    Y en ningún caso cambiaría la seguridad privada por la pública. Si una cosnstructora sufre robos, lo lóigico es que la policía se encargue de evitarlos. Y Repsol o Iberia deberían tener garantizada la seguridad de sus sinstalaciones (me refiero ante ataques o secuestros, no ante hurtos o delitos laborales- por las fuerzas de seguridad de los países en que opere.

    Tirar de ejércitos privados es muy muy peligroso.

    ResponderEliminar
  4. Hola, Maria Eugènia

    No te he citado porque ter has colado mientras subía el comentario. Besitos :)

    ResponderEliminar
  5. Ah, ahora lo veo... Es que no veía ningún comentario, será que la carga de la página se cortaba...

    ResponderEliminar
  6. Joder, hice un comentario bastante extenso y se lo ha comido!!

    ResponderEliminar
  7. Pues hombre, extenso, lo que se dice extenso...

    ResponderEliminar
  8. para Bernardo Muñoz ningun gobierno y mucho menos el gobierno de zapatero se puede permitir que un solo militar resultara herido en combate con los piratas y por si fuera poco cuando se pago el rescate y los piratas se escaparón fue por que no se mando atacar solo se mando acto de presencia, durante 4 minutos se mantuvo "silencio radio" esperando ordenes de atacar y el ejercito obedece a la ministra y NO hace sus reglas...

    ResponderEliminar
  9. Hola Carlos

    Lo unico que digo es que, visto lo visto, cualquiera podría concluir con que los piratas somalíes tienen una capacidad operativa inmensamente superior a la del ejército español, e incluso a los efectivos de la OTAN.

    Si es así, ya me dirás para qué coño queremos a los militares, con lo que nos cuestan.

    Si no es así ¿Qué se nos oculta?

    ResponderEliminar