martes, 17 de abril de 2007

La memoria de los muertos.

judio_holocausto.jpgIsrael rinde homenaje a las victimas del holocausto. En 2007 aún quedan 250.000 personas que padecieron aquel horror, de las que una tercera parte viven olvidados y bajo el límite de la pobreza.

Sería fácil acusar al gobierno judío de dar la espalda a quienes dieron sentido al moderno estado de Israel. Pero usar a las víctimas como argumento ideológico -por más razones que se tenga para ello- para un fín concreto, no es patrimonio exclusivo de los hebreos. Piensen en el 11-M

Y es que, mientras el recuerdo de las víctimas es siempre manipulable, el testimonio de los sobrevivientes puede resultar incluso molesto, cuando no políticamente incorrecto. Las víctimas no tienen voz, no existen y es fácil apropiarse de su memoria, adulterarla y transformarla en función de unos intereses.

¿Recuerdan “La muerte de Mikel? La película narraba la historia de un político de la izquierda radical vasca, apartado del partido por sus escandalosos escarceos con un travestí.  Lo más oportuno para el pueblo fue su muerte no aclarada, lo que permitió transformarlo en un mártir de la causa abertzale. ¿No les viene a la memoria el caso del asesino De Juana Chaos?

Sin embargo, los sobrevivientes son una espina, un aguijón molesto. Tienen voz, discrepan y no siempre secundan los montajes organizados a costa de sus colegas muertos. Eduardo Madina es un problema para la AVT, al igual que Pilar Manjón para Esperanza Aguirre. Y es que su mero testimonio rompe las estrategias que unos u otros –no siempre desde la derecha- tratan de tejer alrededor de ellos.

Son mucho menos dóciles que los muertos.

4 comentarios:

  1. La ideología muere cuando se ve desbordada por la manipulación de la memoria de las victimas. No hay un sólo pensamiento político o racial, que merezca la pena defender si con ello nos sumergimos en hipocresías tan deleznables como las sugeridas en su articulo. La utilización del recuerdo de las victimas con fines electorales o partidistas debería estar penada en el código penal. Medida drástica que seria del todo innecesaria si atendiéramos un poquito más al adjetivo de nuestra especie: humana.

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  2. Y ayer, algunos, volvieron a dar una lección de dignidad en el juicio.

    Otros han desparecido mediaticamente en las últimas semanas. ¿No echáis de menos a Alcaráz? ¿Habrán vuelto a encerrar a la extrema derecha en casa?.

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  3. Bernardo, los muertos no tienen memoria; y los vivos, según parece, tampoco

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  4. Ese er precisamente el sentido del titular, Jose. Los muertos no tienen memoria, no son nada. Por eso son tan fáciles de manipular por algunos muy "vivos"

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