El entrenador del Sevilla, inconsciente tras recibir un botellazo durante el partido que enfrentaba a su equipo con el Betis.
Que el fútbol se ha convertido en un refugio para gansters, mafiosos e individuos de baja estofa queda patente con personajes como Lopera o Del Nido. Que cualquier imbécil es capaz de encender una chispa de odio tambien se evidencia cada vez que uno de los dos presidentes abrela boca. Y que al ser humano aún le queda un largo trecho para alcanzar un nivel de civilización suficiente se demuestra en la actitud de estas –y tantas otras- aficiones.
“Ciudadano, da igual lo que seas, o lo que pienses: Pan, circo y gloria al imperio”
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Habrá que esperar a que el circo de un muerto para que se tomen medidas. Lo primero es el negocio y por lo tanto no se puede suspender a un equipo ni cerrar un campo. La puerta a esta insensatez la abrió el barcelona, cuando el cochinillo acabó adornando un corner. A partir de ahí, y como consecuencia de una insensata interpretación de "aquí todos somos igual de imbéciles", cerrar un campo es imposible.
ResponderEliminarAhora sólo falta que la federación y las comisiones de comisionistas que cobran sus dietas por no plantear nada, acaben prohibiendo... las botellas de coca colas.
Y de acuerdo contigo. Si haces una radiografía de los presidentes de futbol, Al Capone era un aprendiz comparado con alguno.
Eso del Barcelona me ha herido... aunque reconozco que no te falta (parte de) razón. Cada paso que se da aumenta un punto más la espiral de violencia, pero el fútbol concentra demasiados intereses como para tomar medidas más drásticas.
ResponderEliminarRespecto a qué motivos llevan a un constructor o un mafioso -tanto monta...- a presidir un club de fútbol, se explican perfectamente en el libro "Sociedad Limitada" de Ferran Torrent.
Su lectura resulta muy instructiva.
Ah, pues no creía que te iba a herir: te hacía de El Español. jejeje.
ResponderEliminar¿Yo del Español? ¡Uy lo que me has dicho!
ResponderEliminarSoy culé hasta las cachas, Javier. Eso sí, reconozco que siento más simpatía que antipatía por el club perico. Y viendo como se las gastan los equipos rivales de algunas ciudades, antes me haría del Camprodón FC que contribuir a esa barbarie.