Jose Manuel Durao Barroso presentó ayer un duro plan para reducir el coste energético y el derroche de carburantes de efecto invernadero. Al acabar, fue interpelado sobre cómo armonizaban estas medidas con su conocida rutina de conducir por el centro de Bruselas un potente 4 x 4 Volkswagen Tuareg, cuyas emisiones de CO (265 gr por kilómetro) cuadriplican las recomendaciones de la propia Comisión Europea.Su respuesta causó verdadera sorpresa:
“No pretendo ser un ejemplo para nadie. El enfoque moralista no va conmigo. Dentro de la ley, cada individuo es libre y responsable para elegir su opción. No veo legítimo hacer exigencias personales”
Que un político es una persona dedicada a que los demás hagan cosas que él no se aplica es un axioma que solo discuten algunos fanáticos o los propios políticos. Pero aún así, estos ejercicios de hipocresía suelen llevarse con discreción. Sin embargo, Durao lo tiene claro. La historia esta de las emisiones no va con él. Eso sí, al país de la Unión Europea que no cumpla su plan lo “cruje”.
Naturalmente, el vehículo de Barroso es de venta legal, por lo que no infringe ninguna ley. Es una mera cuestión de conciencia. Pero si aplicamos la curiosa teoría del Presidente de la Comisión Europea a nuestro país, tampoco deberíamos sorprendernos de ver al Director General de Tráfico conduciendo a 200km/h, a la ministra de Sanidad borracha como una cuba o a un consejero de Igualdad Social ahostiando a su pareja.
Total, ellos tampoco pretenden ser un ejemplo para nadie.
Estos comemierdas están por encima de la ley...con dos cojones...
ResponderEliminar¿Y quién le interpela"...Yo lo que haría con éste capullo sería darle un escarmiento para que no dijese cosas que un político de su calibre no se puede permitir. En la misma tribuna de oradores del parlamento europeo lo conectaba durante 1 minuto y medio al tubo de escape de su tuareg paque sintiera por dentro las cosquillas y se le quedara la boca "limpia", eso sí retransmitido a toda Europa en directo para dar buen ejemplo.
Durao Barroso se escapó de rositas en la foto de las azores porque sólo cabían tres, pero el estaba allí, de anfitrión. Como premio le dimos una patada en el culo para arriba y le hicieron boss en la comisión europea. Pero sigue siendo igual de derechas que cuando estab en portuigal. eso no ha cambiado. Ni su cara dura... durao.
ResponderEliminarPd. De veras, siento lo de ayer. Mi más sentido pésame. No me quedan palabras.
Grano, qué bestia eres a veces. Piensa que alguien que se llama Barroso debe tener una inclinación genética a los 4x4. Si sellamara Caminho seguramente conduciría un carro.
ResponderEliminarY tú, Javier, como empecemos a mezclar el fútbol con la política... claro que, con lo que está cayendo, será imposible no hacerlo. Ya verás el sábado.
No, si yo el sábado soy catalán de la zona del alto ampurdá... me criaron antimadridista, ya sabe.
ResponderEliminarSe agradece, Javier. Además, el alto Ampurdá está a dos pasos de Francia, lo cual siempre es interesante, por si hay que echar a correr.
ResponderEliminarMe refiero a que el hooliganismo político cada vez se parece más al futbolístico, y viceversa. Sobre eso quería escribir mañana y... ¡Cielos! !Acabo de revelar el argumento de mi próximo post!
Claro que entre lo que a veces planeo escribir y lo que luego aparece...
¿Cuántas bombillas tenía la casa de Al Gore? Pues más de lo mismo. El mensaje es claro: como no dejéis de atentar contra el ozono, chusma canalla, nos vais a joder la vida padre que nos pegamos. Tenéis que cambiar de hábitos para que nosotros podamos seguir teniendo los mismos.
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