jueves, 17 de agosto de 2006

El Tambor de hojalata

tambor_hojalata.jpgGünter Grass confiesa que sirvió en las Waffen SS durante la II guerra mundial.

¿Han visto ustedes “El tambor de Hojalata”, la famosa adaptación cinematográfica del libro de Grass? Confieso que sí. Asistí a su estreno.

Y, aunque cause cierto rubor confesarlo, no me movió hasta el cine ningún impulso intelectual, sino el bulo que corría por ahí de que en el filme se veía a gente follando. Llámenme primario, si quieren, o “salido”, pero la edad y la época te pedían este tipo de espectáculos.

Huelga decir que la película me pareció una mierda y las escasas escenas de sexo no compensaron tamaño aburrimiento. A partir de aquel día, además, odié profundamente al insoportable niño del tambor.

Pero lo más tremendo es que al documentarme de cara a este artículo acabo de descubrir que, cuando me acerqué por vez primera y de forma tan patética a la obra del futuro premio Nóbel, no tenía los trece o catorce años que podrían disculparme. Como mínimo había cumplido los 18.

Günter Grass solo tenía 15 años cuando fue alistado de forma obligatoria y 17 cuando ingresó en las SS, casi al final de la contienda –no fue muy listo, desde luego-.

Es injusto valorar la actitud de una persona por actos que cometió en plena adolescencia y en un contexto tan complicado como una guerra que, en ese momento, comenzaba a perder su país. Günter  Grass ha dado suficientes muestras, a través de su obra, del compromiso que ha mantenido contra los totalitarismos.

Yo, sin embargo, creo que no he cambiado tanto. Sigo igual de primario.

Eso sí, no suelo anunciar mis miserias personales tres semanas antes de poner a la venta mis memorias

2 comentarios:

  1. ojala no seas colombiano.....porfa gente asi de estupida no puede ser colombiana..... que mal que a los 18 y no tuvieras la madurez primaria como para entender el significado de la pelicula, pór lo menos que no entiendas que es existencialista ok lo comprendo pero que no entiendas las consecuancias de la guerra la descicion que tomo Oscar y su liberacion por medio del tambor es demasiado imperdonable y más aún que solo te interese que te muestren sexo en el cine!!!!!!! yo tengo 17 y ya me lei el libro vi la pelicula y hasta la estoy interpretando en una clase de diseño y usted solo le interesa el sexo de la pelicula y tiene 18? sin mas analiseze y analize su patetismo.

    bye

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  2. Hola, Zaipru y bienvenido.
    Me ha encantado encontrar un comentario a esta entrada despues de tantos meses.
    Creo que quien no ha entendido el sentido del artículo eres tú. En parte porque no lo has leído bien y en parte porque careces de elementos de juicio. Me explico:
    No tengo 18 años. Tengo 45. Recuerda que hablo de las sensaciones que experimenté el día de su esteno en España. Así que calcula. Y el sentido de la crónica es precisamente evidenciar que los actos de juventud -inconsciente y loca por naturaleza, además de muy marcada por las circunstancias- no pueden decidir toda tu vida, referido al pasado del propio Grass en las SS.
    Por otra parte, quizá no conozcas - no tienes por qué- que mi adolescencia coincidió con el final de una dictadura en España extremadamente puritana en la que tanto el sexo como la propia visión de la carne era tabú. Todos los chavales de mi generación senmtíamos verdadera curiosidad por el sexo y las primeras películas que lo mostraban eran un acontecimiento.
    En lo que no puedo estar de acuerdo contigo es en que alguien tan estúpido como yo no pueda ser colombiano. Sobran ejemplos. De hecho, dudo que un colombiano sea más lito o más tonto que un tipo de Zimbawe, París, Nueva Guinea, Venezuela o Madrid.
    Saludos y a seguir con esa actividad intelectual tan impresionante. Eso sí, resérvate tiempo para el sexo. Vale la pena.

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