miércoles, 17 de mayo de 2006

El enigma de los huesos de Colón

Desde que los restos de Cristóbal Colón fueron exhumados para efectuar pruebas de ADN extraños fenómenos sacuden al continente americano.

Quizá no debió moverse el cadáver. Quien sabe si no pesaba sobre él alguna maldición, hechizo o conjuro indio, pues los acontecimientos que se han sucedido a partir de ese momento en toda América hablan por sí mismos. ¿Repasamos?

En Estados Unidos la comunidad hispana no solo planta cara al país sino que incluso se atreve a convocar una jornada de boicot como prueba de fuerza.

La revista Fortune selñala a Hugo Chávez como una de las 100 personas más influyentes del mundo.

En Perú, el candidato inca Humala se convierte en un serio aspirante a la presidencia de la nación.

En Brasil ya "pasan" de camuflar la violencia con siglas guerrilleras o paramilitares. Los delincuentes exhiben sus propios ejércitos y atacan Sao Paulo, asaltando 115 comisarías y amotinándose en 24 cárceles.

En Chile gobierna una mujer. Quizá sea este el fenómeno más extraño de todos

Y desde Bolivia, Morales continúa su particular cruzada contra los conquistadores españoles. Tras enfrentarse a Repsol, el cocalero apunta a los descendientes del vasco Lope de Aguirre, parapetados ahora tras las siglas del BBVA. Tres días les ha dado para que entreguen gratis sus pertrechos. Si no, se enfrentarán a la furia aymara. Y ya ha avisado a los bilbainos para que ni se les ocurra intentar sobornarle a base de libretones o cuberterías "cruz de malta".

Colón navegaba en busca de El Dorado y descubrió América. Así, de casualidad, como por error. Quizá acausa de ello la conquista española fue un tanto improvisada y bastante chapucera. Por fortuna para todos, nos atrevemos a decir. Al contrario que España, los anglosajones fueron mucho más expeditivos en la colonización de su porción de continente. Si los sucesores de Cortés, Pizarro o Aguirre hubieran seguido el ejemplo de otros países europeos, hoy no quedarían indígenas suficientes como para tocar las "pelotas" a Occidente.

Dejemos descansar al pobre de Cristóbal Colón y recemos para que Estados Unidos no decida de nuevo lanzar al séptimo de caballería contra estos modernos jefes sioux.

Nadie estaría a salvo.

Para los muchachos de Bush cualquiera de nosotros, viva en Móstoles, Estocolmo, Pekín, Teherán o Yakarta, puede ser un potencial piel roja.

¡Hao!

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