martes, 31 de enero de 2006

EL VALOR DE LOS DOCUMENTOS

¡Ya tenemos los "papeles" en casa!

He recibido la noticia con alegría. Y es que en esta era tecnológica y virtual , los documentos en sí, esos viejos papeles escritos por pacientes macanógrafos, rubricados ca plumilla con caracteres rimbombantes y sellados y archivados gracias a la labor de anónimos funcionarios, son en sí mismos un bien tan escaso como precioso.

Desde luego, ellos no tienen la menor culpa de su accidentado periplo. Los imagino escandalizados en su imposible conciencia si supieran que tanto trajín obedecíó a lo que algunos aún llaman "derechos de conquista".

Esperemos que sean felices en su retorno al hogar y que no los dejen dormir el sueño de los justos en olvidadas estanterías, sino que sigan siendo un testimonio vivo.

Eso sí, supongo que pese a la alegría de sertirse en casa echarán algo de menos el jamón.

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